Llega un momento en el que todos giran menos tú, todos fluyen con mentiras y apariencias, y tú tienes que tomar una decisión.
Estás tirada en la calle, sola, y lo único que te preocupa es un futuro que alguien te prometió, una ilusión rota, una sonrisa menos.
Y te preguntas si será mejor hacer lo que hace el resto, fingir un éxito basado en la perfección y la superficialidad. Pero ¿quieres formar parte del resto? ¿Quieres seguir al rebaño y ser educado por el pastor que en su pueblo, es el rey del triunfo basado en promesas que no cumplió, corrompiendo la clave de su éxito? ¿Quieres seguir creyendo en la esperanza de que algo cambiará aunque te quedes quieto?
El combustible del tren se está acabando antes de lo previsto, y tienes que pensar si bajarte en la próxima parada o quedarte dentro. Escondida en la desdicha, te preguntas si de verdad quieres cumplir un sueño, si eso es posible.Y te cuestionas si los sueños que persigues son lo de una Barbie más, si de verdad te llenarán por dentro.
Es el momento de empezar de cero, de ver si en la escasa vida que has tenido, has formado parte del resto, o has querido ser el narrador del cuento,
¿Dónde queda la risa de esa niña ingenua? Se ha consumido en la última calada del cigarro que fumó cuando se encontró perdida.
Quizás, en la receta del éxito, nadie escribió 'Felicidad'.
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